Año tras año los agricultores ven como se incrementa el coste de mantener un cultivo, concretamente de insumos como agua, fertilizantes y fitosanitarios. Para hacer frente a las subidas de costes, el avance en la tecnificación de la agricultura es hoy más necesario que nunca.
Un consumo menor de agua y un uso más eficiente de los fertilizantes es posible gracias a sensores capaces de medir la temperatura, la humedad (tanto del suelo como ambiental), la radicación solar y otros muchos más, proporcionándonos información precisa de la necesidad real de agua de nuestro cultivo. Esto también nos aportará información de cuando hay demasiada temperatura y/o humedad, cuando se dan las condiciones óptimas para que aparezca una plaga o enfermedad, o cómo está nuestro suelo a nivel nutricional para que actuemos con antelación.
Por ello, en Grupo la Caña estamos apostando por la implementación de sensorica en campo, participando en proyectos europeos como IGUESSMED o MEDITOMATO que utilizan sensores presentes en los invernaderos para estimar la necesidad real de agua del cultivo, permitiéndonos un ahorro significativo en agua y fertilizantes junto con la obtención de parámetros de calidad de nuestras hortalizas por medios no destructivos, utilizando sensores de visión.
Y podríamos pensar ¿Estamos en Matrix? ¿Y esto cómo se comienza? con la toma de miles de fotos generando una librería de datos para medir parámetros específicos como azúcar, acidez, firmeza… No podemos dejar de lado, proyectos como AGROCOMPUTE, en donde además se está utilizando sensores para intentar predecir y controlar las plagas y enfermedades, realizando una predicción más precisa de cuándo puedan aparecer.
Para nosotros es muy importante llegar a un buen balance entre las entradas y las salidas del sistema que estamos trabajando con una buena información, transparencia y responsabilidad hacia un modelo de agricultura sostenible.