Hace más de 36 años que se unió a las filas de Grupo La Caña, viviendo y siendo testigo directa del crecimiento de nuestra empresa matriz, Miguel García Sánchez. Es una de las trabajadoras más veteranas de la empresa, ya que comenzó su trayectoria empresarial con nosotros en el año 1986.
Su compromiso y profesionalidad le avalan, debido a que es considerada como una de las trabajadoras más destacadas, queridas y valoradas dentro de la organización. “La antigüedad es un grado, y el respeto me lo he ganado por mi forma de ser y por el gran trabajo que llevo desempeñando desde que comencé aquí”. Como ella misma nos apunta, su vida está enfocada a Grupo La Caña, debido a que es su segunda casa, “paso más tiempo en la empresa que en mi casa, y aunque no es mía, la considero como uno de los pilares más importante de mi vida y de mi día a día”.
Hoy día, Toñi es una de las caras más familiares para nuestros proveedores, quienes la conocen bastante bien después de muchas campañas en contacto directo para la compra de envases y embalajes que dan servicio a los pedidos demandados por nuestros clientes. “Antes, me encargaba de todo el proceso, desde la relación con el proveedor, hasta la recepción del material para su posterior puesta en marcha en el almacén, para que el resto de nuestros compañeros pudieran culminar los encargos demandados por el departamento comercial”. Actualmente su trabajo sigue siendo intenso a la par de motivador ya que como ella nos comenta, “soy capaz de organizar y gestionar el material que tenemos y cuál es el que nos falta, anticipándome al día siguiente, y esto lo consigo gracias a los compañeros que tengo a mi cargo y a la labor tan fundamental que desempeña mi compañera Inma Muelas, quien realiza la labor comercial con los proveedores para encontrar la mejor calidad/precio”.
Con el transcurso de los años, ella misma ha visto como crecíamos y como nuestra constante evolutiva se convertía en una consigna. “El cambio ha sido brutal. Antes trabajamos con dos máquinas en el cartón, y ahora hemos pasado a doce”. Y es que, a fin de cuentas, ante el crecimiento exponencial de nuestra cartera de clientes, nosotros no podíamos dejar de reinventarnos. Como ella misma nos apunta, “el cliente manda, y nosotros hemos sabido y seguimos sabiendo adaptarnos a la perfección a las necesidades y demandas de cada uno de ellos”.
¿Imaginaba Toñi que nuestra empresa llegaría a alcanzar esta proyección? “Yo sabía que se estaban haciendo las cosas bastante bien, pero es que fíjate que no dejamos de seguir creciendo, esta empresa va cada día a más, y le espera un futuro muy prometedor”. Toñi nos subraya que esto se debe a la figura del director comercial, Antonio García, “es la persona más inteligente que conozco. Desde mi punto de vista, él es quién ha levantado este imperio, es capaz de en una reunión diaria de dos horas, organizar a la empresa entera”.