Entrevista a los Hermanos Estévez 

Departamento de Producción y Administración en Grupo La Caña 

Los hermanos Estévez, Carlos, y José son el claro ejemplo de trabajo, compromiso y profesionalidad, trabajadores que se unieron a nuestra empresa hace más de 15 años y que sin duda son de las personas más queridas y valoradas dentro de la organización. 

Casualidades del destino, Carlos y José comenzaron su andadura empresarial en Grupo La Caña en el departamento de recursos humanos en nuestro centro de Eurocastell Caña donde estuvieron unos años, para pasar luego a desempeñar, uno la función de jefe de almacén (Carlos), y el otro (José) la facturación y gestión de cobros a clientes de exportación del grupo en nuestras instalaciones de Miguel García. 

Para ellos pertenecer a Grupo La Caña y hacerlo durante tantos años es todo un orgullo. “Ha sido nuestro único trabajo, aquí trabajamos bien, tenemos regularidad y tranquilidad en todos los aspectos, y lo más importante, confianza”. Aunque sus labores diarias son intensas, dinámicas y que requieren de mucha atención, están de acuerdo que son motivadoras. “Venimos con las mismas ganas desde que empezamos el primer día, trabajamos para mejorar no solo nosotros, sino la empresa, y es que no hay mejor satisfacción que la labor que te encomienda la empresa, salga lo más productiva y satisfactoria posible”. 

Tienen claro que el exponencial crecimiento de la empresa se debe al inmejorable grupo humano que lo forma, así como a sus dueños, precursores de lo que hace más de 40 años, inició su padre, Miguel García. “Esto ha crecido a años luz, nunca nos podíamos imaginar que un almacén de frutas llegaría hasta donde hoy ha llegado, esto se debe al compromiso de cada uno de sus trabajadores, y por supuesto a la familia García, que han sido capaces de reunir a personas competentes en todos los niveles del organigrama”.  

También nos señalan que todo esto se debe a la importancia que ha tenido para ellos el auge de las nuevas tecnologías, y la tecnificación de los trabajadores en los diferentes departamentos de cara a realizar tareas más concretas. “Cuando empezamos teníamos máquinas en el almacén que costaba arrancarlas y ahora somos capaces de producir y confeccionar el producto en una hora desde que el agricultor lo deja en el almacén hasta que el camión se lo lleva al supermercado”. Para todo ello, han tenido que seguir formándose para aprender nuevos procedimientos que faciliten y hagan las labores de cada uno de los trabajadores más eficiente. “Antes hacíamos de todo, y actualmente está todo más tecnificado, cada persona tiene unas labores más concretas que lo hace todo un poco más mecánico. Es verdad que en el mundo tan competitivo en el que vivimos en el que todo cambia tan rápido, tenemos que adaptarnos rápidamente a los posibles cambios, y creemos que la empresa lo está haciendo genial en ese sentido”. 

El departamento comercial es el motor de la empresa, Carlos y José, aunque están en departamentos diferentes trabajan en coordinación con éste, y destacan que, “cada uno desde su área tiene una perspectiva diferente, pero todos tenemos claro que la imagen lo es todo, por eso tratamos de dar la mejor calidad no solamente con nuestros productos, sino en el trato con los demás”. Resaltando que hay dos valores que llevan interiorizados desde que empezaron, “la cercanía y la confianza son dos aspectos que nos diferencian de los demás, y que tratamos de poner en valor en nuestro día a día, ya sea con trabajadores, agricultores o clientes”. 

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