El proceso de incorporación de fertilizante al agua de riego, conocido como fertirrigación, así como la dosis de riego, son procesos habituales y sencillos para cualquier agricultor pero ¿se dedica el tiempo suficiente a la preparación y estimación de cuanto agua de riego, así como la proporción de fertilizante óptima a aportar al cultivo que se debe aportar en todo momento?

Para determinar cuándo y cuánta agua se ha de aplicar, es imprescindible que un agricultor conozca las características de su cultivo, las características físicas del suelo y las condiciones climáticas de la zona.

Desde Grupo La Caña, te traemos una serie de nociones que te pueden ayudar a mejorar el diseño de tu plan de cultivo. ¡Toma nota!

Optimización del riego y la fertilización

Plan de abonado

Aporte de materia orgánica

Antes de estimar cualquier aporte de fertilizantes es importante la preparación del suelo para que se encuentre en las mejores condiciones posibles. Este aspecto se suele descuidar en gran medida debido a que suelen ser operaciones algo costosas de realizar, pero juega un papel clave puesto que la fertirrigación no es perfecta y esto puede ocasionar deficiencias puntuales.

Es muy importante la realización de un análisis de suelo ya que nos dará datos muy importantes como son por ejemplo: el nivel de materia orgánica y el nivel de fertilidad entre otros.

Con un análisis básico del suelo se puede hacer una estimación que determine con más seguridad si es necesario el aporte de materia orgánica o no.

Aporte de fertilizantes

Una vez que el suelo se encuentra en las condiciones adecuadas, se puede proceder al diseño de la fertirrigación para satisfacer las necesidades nutricionales del cultivo. El primer paso es la realización de un análisis del agua de riego que nos muestre su PH, conductividad y nutrientes. Con esto, se podrá ajustar aún más el cálculo de aporte de nutrientes.

Sin los conocimientos necesarios, los cálculos pueden resultar complicados pero existen diversas herramientas para su cálculo, en páginas webs relacionadas con la materia, que permiten ajustar soluciones cómodamente variando conductividad, porcentaje en máquinas, etc.

Sistemas de apoyo al fertirriego

  1. Análisis foliares:  se trata de un método que determina el estado nutritivo de una plantación en todo momento. Además, detecta posibles toxicidades y si se esta fertilizando de manera correcta.
  2. Sondas de succión: se trata de uno de los sistemas que mejor apoya a la fertirrigación. Permite ver qué es lo que realmente está ocurriendo en el suelo. A través de un tubo transparente unido a una cerámica porosa se extrae el agua situada en la rizosfera para realizar con posterioridad un análisis NPK y de conductividad. Estos resultados nos ayudarán a tomar decisiones a la hora de modificar el abonado.

Existen más métodos que nos ayuden a monitorizar la conductividad, temperaturas y humedades pero su alto precio supone la imposibilidad de implantación en muchos campos.

Para terminar…

Si aún no te ha quedado claro cuando es el mejor momento para regar tus cultivos, el tensiómetro es un dispositivo que trata de actuar como una verdadera raíz y facilita la labor de decidir cuándo y cuanto regar.

Si tienes en cuenta alguna de estas nociones que desde Grupo La Caña te hemos indicado, seguro te ayudará a conseguir la mejor calidad para tus cultivos. ¿Las vas a llevar a cabo?

 

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