Tiene 33 años, no tiene miedo a los retos, se reinventa campaña tras campaña y su nivel de autoexigencia sorprende. Agricultura de perfil empresarial innovador a quien lejos de asustarle el vertiginoso ritmo al que evoluciona el sector, prefiere echarle un pulso con altas dosis de entrega y amor por lo que hace. Ella es Estefanía Alonso y hasta su finca de La Mojonera (Almería) fuimos a conocerla.
Tenía tan sólo 21 años cuando el devenir de la vida la colocó al frente de las fincas familiares, donde cultiva distintas variedades de tomate cherry. Ella recuerda toda su vida bajo los plásticos de un invernadero. “Yo me he criado en una cajilla de pimientos”, bromea Estefanía, “desde pequeña me encantaba la vida del campo, ver crecer la planta”.
Testigo directo de la evolución de la agricultura, Estefanía sabe que es vital mantener el ritmo que marca el mercado. “Sabes que no te puedes quedar atrás, que tienes que evolucionar al mismo ritmo que el sector”. Por eso, Estefanía desarrolla un trabajo minucioso en cuanto a las normas y certificados demandados por Europa, pues sabe que «el sector primario le da de comer a muchísima gente, estamos hablando de alimentación, así que toda exigencia es poca», asegura. De hecho, no se conforma con cumplir con la normativa básica y desde hace dos años apuesta por uno de los certificados de más difícil obtención, Milieukeur, ahora conocido como Planet Proof.
Descubre nuestra empresa “de casualidad, hablando un día con un vecino” y ya son tres las campañas ligada a nuestro numeroso colectivo de agricultores. “Empresas hay muchas, pero en Grupo La Caña he encontrado una línea de trabajo que me resulta muy favorable y afín a mis valores”.