Podría decirse que Pedro cierra 2020 con un aniversario, pues son precisamente 20 años los que lleva ligado a nuestra empresa. Sus inicios en el mundo de la agricultura fueron de la mano de Grupo La Caña, cuando en el año 2000 Eurocastell Caña abría sus puertas. Emprendedor e innovador, nos enseña el espectacular estado de sus extensas fincas dedicadas al cultivo de tomate cherry.
Pedro tenía tan solo 18 años cuando terminó sus estudios de bachiller y decidió formarse en lo que siempre le había gustado, la agricultura. Desde ese momento y con la ayuda de su padre, Pedro Ángel Manzano, nuestro joven agricultor emprendió en la construcción de sus propios invernaderos, donde actualmente gestiona la actividad y la producción de sus fincas, en las que cultiva diferentes variedades de tomate cherry, rama y pera.
Aunque hoy día ya no trabaja con su padre, el mismo reconoce que desde muy pequeño le despertaba gran curiosidad por la agricultura, ya que recuerda su infancia en los invernaderos rodeado de tomates. “Yo me he criado en una caja roja llena de tomates de diferentes tamaños”, bromea Pedro, al tiempo que menciona que, “de pequeño en vez de hacer castillos con el cubo en la tierra, me ponía a recolectar tomates para dárselos a mis padres”.
En sus primeras campañas cultivó productos hortícolas como, pepino, pimiento y habichuelas, pero no dudó en apostar por diferentes variedades de tomate cherry, “Es el cultivo que mejor se adapta a la zona donde nos encontramos, además de que es muy rentable en cuanto al trabajo que le dedicamos y al beneficio que obtenemos”. Pedro es fiel a las tradiciones de la zona, pero es también un agricultor que no cesa en apostar por la innovación, “hemos cultivado todas las especialidades de tomate tanto en colores como en variedades y siempre nos gusta innovar para que nuestros productos tengan la máxima calidad posible” nos comenta.
Afortunadamente, las campañas en la zona del “Sotillo” han sido muy buenas, pero Pedro es consciente de la importancia de la especialización en un mercado muy competitivo y en la que el consumidor es cada vez más exigente, “El consumidor está cada vez más informado, por eso intento que mis hortalizas sean seguras, con un color y sabor inigualable”. No duda en poner de ejemplo la transparencia comercial por parte de nuestra empresa, “estoy muy orgulloso, ya que, gracias a los comerciales y a la empresa, los consumidores europeos pueden consumir mis tomates, y eso es una de las cosas que me hacen esforzarme cada día para que mi producto sea mejor”.
Testigo directo de la evolución que marca el mercado, Pedro es consciente de que los consumidores saben el trabajo que hay detrás de cada producto, “Los consumidores europeos valoran más que los españoles y conocen la dificultad que conlleva cultivar nuestras hortalizas”, nos cuenta.
El largo recorrido hasta aquí lo ha hecho en todo momento acompañado por Grupo La Caña, “la empresa ha crecido y lo sigue haciendo a una velocidad muy rápida, pero el trato personal y directo que tiene mi familia no lo voy a encontrar en ningún otro lado”. Si algo destaca de su experiencia trabajando codo con codo durante tantos años, es el compromiso y la transparencia, destacando a Jesús García Correa, “no he encontrado a alguien tan profesional y familiar en los 20 años que llevo ligado al mundillo de la agricultura, está las 24 horas para lo que necesite y eso es de elogiar”, afirma.
De hecho, Pedro asegura que seguirá toda la vida al lado de Grupo La Caña, “lo tengo claro, no para de crecer y sigue siendo la misma, sin ninguna debilidad y con un servicio personalizado excelente”.
Lo que más valoro de la empresa es el trato personal, el compromiso y la transparencia.