La primera estrategia europea sobre los plásticos, aprobada en 2018, dictaminó que todos los envases de plástico del mercado de la UE serán reciclables para 2030. La UE marca así un aspecto fundamental de la transición hacia una economía más circular.
El mercado de la alimentación viene siendo el centro de atención de los cada vez más sensibilizados ciudadanos y de las nuevas normativas europeas sobre el cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad. Nuestro sector no está al margen de esta tendencia, de hecho lo llevamos haciendo tiempo, buscamos alternativas ecológicas, biodegradables y compostables a la hora de envasar nuestros productos.
Somos conocedores de la inexistencia de un sustituto claro al plástico que sea escalable (que se adapte sin perder calidad), recirculable (que pueda incorporarse de nuevo al proceso productivo) y asumible (con un coste económico admisible para la industria). El reto se centra en establecer un sistema de trabajo coordinado entre todos los actores: agricultores, proveedores de materiales, productores, clientes y consumidores.
En Grupo La Caña nuestra misión nos marca el objetivo de contribuir a una saludable, natural y sabrosa alimentación a nivel nacional e internacional, basándonos en la mejora continua a través de actividades I+D+i, pero a la vez que contribuimos al desarrollo sostenible y medio ambiental del sector agrícola y de nuestro entorno. Esta declaración se apoya para su desarrollo en nuestros valores corporativos, y cobra especial protagonismo con el de sostenibilidad.
Nuestro firme compromiso con la sostenibilidad en el mercado en el que trabajamos, la industria agroalimentaria, nos ha empujado a ser partícipes activos del cambio de modelo hacia la economía circular, aquella que vuelve a incorporar a la cadena los insumos medioambientales que necesita.
En nuestras empresas, el material plástico convive desde los inicios de nuestra producción con el cartón, ambos cumpliendo en todas sus versiones y formatos con el certificado R-Pet 100% para el primero y el sello FSC para el segundo. Así, los diferentes formatos de envases en los que ponemos nuestros productos en el mercado, hace tiempo que son 100% reciclables y respetuosos con el medio ambiente. Hemos apostado siempre por el cartón como principal alternativa al plástico, habiendo impulsado la incorporación de otras opciones a nuestro proceso productivo que sigan siendo garantes de la calidad y seguridad de nuestras frutas y verduras.
Por producto, los cambios son ya significativos. En tomate cherry hemos empezado a sustituir la tarrina de plástico por las opciones de tarima de cartón FSC, cartón biodegradable o de celulosa compostable, soluciones que reducen considerablemente el uso del plástico, suponiendo ya una disminución de un 8%.
Los cambios de envasado para pepino holandés requieren una mayor complejidad por ser un producto delicado. Así, hemos empezado a trabajar con plástico biodegradable y compostable para retractilado, además de programar con nuestros clientes un aumento en el pepino desnudo (producto envasado sólo en caja de cartón).
Estamos incorporando cambios en los envases de toda nuestra cartera de productos. Muy positiva ha sido la acogida entre nuestros clientes del calabacín servido en malla biodegradable. Además, hemos cambiado la tarrina de plástico por servir las piezas de producto sujetas con una pequeña cinta, reduciendo así el uso del plástico a su mínima expresión. Cambios compartidos con nuestra producción de aguacate, donde además combinamos la tarrina de cartón FSC con flow pack de plástico compostable.
Con todo, estamos inmersos en un continuo proceso de pruebas y ensayos en nuestras plantas de producción que requiere una alta implicación del capital humano, una mayor comunicación con nuestros clientes y gran coordinación con nuestros proveedores.
Cambios consolidados en nuestra producción
En toda cadena de producción la introducción de cambios requiere de un proceso de pruebas, ensayos, ajustes, medición y control de resultados. En nuestro caso, la introducción de alternativas a los envases plásticos se está haciendo de forma continuada, basada en 3 aspectos fundamentales:
- Adaptación de la maquinaria. Hemos realizado ajustes en nuestra maquinaria para adaptarla al uso de materiales más delicados, donde hemos conseguido introducir beneficiosos cambios como la menor necesidad de calor y energía en procesos como el sellado y retractilado.
- Implicación humana en el proceso. Se ha implicado a un mayor número de personas en le proceso que han recibido formación especializada.
- Mayor planificación que ha aumentado nuestra capacidad para dar respuesta a nuestros clientes y ofrecerles propuestas alternativas ya trabajadas con nuestros proveedores
Nuestro futuro pasa por la Innovación.
La innovación es nuestra filosofía de trabajo y esto implica estar dispuesto al cambio de forma constante y continuada, no para ser reactivos sino proactivos.
Este proceso de cambio que requiere de ensayos, pruebas y adaptaciones estructurales para su implantación, es un trabajo conjunto liderado por el departamento de comercio en coordinación con producción, I+D+i, y la colaboración de nuestros proveedores de confianza.